Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

martes, 18 de diciembre de 2012

18 DE DICIEMBRE, EXPECTACIÓN DEL PARTO DE LA B. VIRGEN MARÍA

Allelúia, allelúia. Ecce Virgo concípiet, et páriet fílium Iesum Christum. Allelúia



Como la Anunciación cae dentro de la Cuaresma y en este santo tiempo no se celebraban antiguamente fiestas de los santos, decretaron los Padres españoles en el Concilio Toledano (año de 650) que la solemnidad de la Anunciación de María se trasladase al 18 de diciembre, Ésta y la Asunción eran las dos únicas fiestas mariales.

Llamóse después Expectación del Parto,  y más tarde Nuestra Señora de la O, sin duda por coincidir ese día 18, en las 1ª vísperas, con el comienzo de las grandes Antífonas O, que caracterizan esta última semana del santo tiempo de Aviento.

La Santa Misa es del todo parecida a la votiva de la Virgen en Adviento, y nos dispone admirablemente a las santas alegrías de Navidad, haciendo más fervientes nuestra extectación y los deseos por que venga a nuestras almas el Redentor del mundo.

ORACIÓN

¡Oh Dios!, que al anuncio del ángel has querido que tu Verbo tomase carne de las entrañas de la bienaventurada Virgen María, concede a tus siervos que, pues la creemos verdadera Madre de Dios, gocemos ante Ti del apoyo de su intercesión. Por el mismo Señor nuestro.

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